22 de diciembre de 2008

Entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas



por Germán Calvi

Si la política es el arte de lo posible,
la misión del político no puede ser otra
más que unir utopía y realidad,
lo que debe ser, con lo que puede ser…


algo así decía un poema de Eduardo Galeano…


1.-
Mi suegro vende autos. Vive de eso.
Los otros días llego a su negocio y lo escucho discutiendo con un cliente que le quería bajar el precio a uno de los vehículos haciendo referencia a la crisis financiera internacional, alegando que bajarán mucho los precios de los automóviles.
Mi suegro le decía: eso de la crisis es otra mentira más, ya vas a ver, acá no va a pasar nada y los giles como vos, van a terminar pagando en abril o mayo los autos más caros que ahora, esperá que los gringos levanten la cosecha… es una locura esto de que en estados unidos llueve y acá salimos a comprar paraguas…

¿Qué hay de cierto en este escenario? ¿Qué podemos esperar?
¿Qué podemos hacer para no limitarnos a esperar el destino como una fatalidad?

2.-
Si timbear en la bolsa dejo de ser una alternativa tan tentadora y los grandes especuladores perdieron una moneda, debiéramos estar contentos, no tristes.
Si estos especuladores que perdieron una moneda son tan grandes que son capaces de lograr que los gobiernos compensen sus pérdidas con nuestras monedas, haciéndonos a nosotros perdedores, debiéramos estar enojados, no confundidos.
Contentos porque les tocó perder, enojados porque logran trasladar sus pérdidas a nosotros, conclusión:
- esperamos a sentir que nos meten la mano en el bolsillo y nos lamentamos, ajustando el cinto; ó
- salimos a putear al gobierno cuando nos meta la mano en el bolsillo; ó
- seguimos soñando que no nos va a pasar nada y tal vez le echamos un rezo para fortalecer el sueño; ó
- redoblamos los esfuerzos y le exigimos al MERCOSUR, ó a UNASUR ó a cada Gobierno, que tome las medidas necesarias para que esta crisis impacte en los sectores medios y altos y tenga el menor impacto posible en los sectores humildes y de los trabajadores.
¿Utópico?


3.-
Las crisis generan las condiciones objetivas de las protestas.
Pero sin organización previa, las protestas se reducen a desórdenes, a conflictos aislados, atomizados, anárquicos, que en el mejor de los casos llevan a golpes de mano pero no a cambios importantes.

¿En qué punto estamos?

4.-
UNASUR en pañales, con un pequeño tumor en el eje Caracas – San Pablo.
Sí, en pañales, pero viva, existiendo, con el gran logro de evitar la guerra Colombia – Ecuador; con el gran logro del respaldo al Gobierno Constitucional y Democrático de Bolivia, con varios bluf, de la moneda única, del Banco del Sur, del oleoducto del sur y otros anuncios épicos rimbombantes.
Pero haciendo números:
Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela en el tránsito al socialismo, no sin resistencias.
Ecuador, Argentina y Paraguay, con retórica de izquierda y correlaciones de fuerza desfavorables.
Brasil, el gigante del sur, esquizofrénico. Avanzando en la industrialización a cualquier precio, con una pata en los imperialismos neoliberales rezando al Dios Mercado y otra en la concreción de la Patria Grande, repitiendo a los apóstoles José Matí y Simón Bolivar.
Colombia, Chile, Perú y Uruguay funcionales al imperio –este último tal vez por maltrato regional-, pero albergando crecientes procesos políticos de defensa de los intereses nacionales.

O sea, con hidrocarburos propios, industria en desarrollo y neoliberal, un mercado atomizado y todavía desprotegido, muchísima pobreza, en el mejor momento político de los últimos 50 años y con la sensación de que todavía no alcanza para defendernos de estos embates imperiales.

¿Y hacia adentro cómo estamos?

5.-
¿Qué quieren decir correlaciones de fuerzas desfavorables?
Que no nos da la fuerza para imponer nuestra política.
Por eso nos manejan la agenda, por eso lograron igualarnos al menemismo, en esto de que somos igual de corruptos, por eso deslegitiman cada iniciativa y nos perdemos debatiendo las antinomias. También por eso no nos dan los votos y tenemos que salir a maquillar, a negociar, cada iniciativa.

¿Entonces cómo estamos?

6.-
El año que viene la economía va a dejar de crecer y hasta se puede achicar un poco.
Esto quiere decir, más desempleo, menos salario y que algunas PyMEs se cerrarán.

Nos agarra con un record de reservas.
Esto quiere decir que tenemos algo de caja como para que los grupos financieros no nos operen tan fácilmente y tengamos algo de espalda para resistir los embates especulativos que promuevan desestabilización.
También quiere decir que podemos salir a gastar.

También nos agarra con menos del 10% de desocupación, con un par de millones más de jubilados y pensionados y con una red de contención social cien veces más potente que la que teníamos en 2001.

Los sindicatos que verán debilitado su poder de negociación frente a los primeros despidos, pasarán a la retaguardia. Las organizaciones sociales recibirán una nueva avalancha de nuevos excluidos y renovarán su poder de fuego. Y el peronismo volverá a contener la contradicción principal en sus entrañas, proponiendo dos alianzas, una de centro – derecha, con mayores chances para esta Argentina que todavía no aprende y otra de centro – izquierda, con más mañas que fuerza, que radicalizará su discurso impotente ante la falta de resultados contundentes, saliendo a vender las viejas novedades al mayor precio posible.

7.-
Hay que industrializar más el país.
Para eso necesitamos la guita que tienen los ricos argentinos en el exterior.
Después discutamos cuánto más limpios son estos billetes que los que nos prestaba el FMI, mientras tanto, platita en casa, industria que crece, empleo que se genera, mercado interno que vive, pueblo contento, elecciones salvadas, rumbo resguardado.

Hay que poner toda la guita que se pueda en obra pública que genere empleo, mejore la infraestructura productiva y las condiciones de vida del pueblo. Achiquemos la caja muchachos y aceleremos el paso.

Hay que recuperar la política, debatiendo el origen de esta crisis, las causas, las medidas que se toman, no reducir esto a un toma y daca electoral. Necesitamos reforzar a los Ministros, a los Gobernadores, a los intendentes, sacarlos a todos a la cancha, a poner la cara, a dar el debate.

8.-
Después de la crisis nos tiene que quedar una idea más fuerte sobre la necesidad de la defensa de este proyecto de país, un sentimiento latinoamericanista más fuerte, una mayor valoración de UNASUR y MERCOSUR, un mayor sentimiento antinorteamericano.
Después de la crisis tiene que valer más la solidaridad, tiene que haber ahondado más la recuperación de la memoria y sobre todo, tiene que existir una profunda convicción de que es posible, de que se puede lograr una patria grande, justa y soberana.
Por eso necesitamos imperiosamente que después de la crisis haya mejores y más grandes organizaciones, que se fortalezcan los partidos políticos y que se recuperen las instituciones.

Debemos enfrentar la crisis con más democracia, más participación y más protagonismo.

¡Patria Grande o Colonias Chicas!
¡No a que la crisis la paguen los trabajadores y los humildes!
¡Viva la UNASUR y el MERCOSUR!
¡Vivan los Gobiernos del Pueblo!

Por un 2.009 con valor y coraje para luchar, con claridad y organización para triunfar.
Hasta la Victoria final, ni un paso atrás.

1 comentario:

Sebastian Negri dijo...

German, le tenes mucha fe a la integracion latinoamericana. Yo tambien creo que es importante, pero que no alcanza para influir en la solucion de la crisis. Los europeos comercian intrazona un 65 % de sus exportaciones, nosotros apenas un 20 %. La inversion europea dentro de la Comunidad es altisima, la de latinoamerica es mucho mas baja.

Abrazo