3 de abril de 2007

Unos chicos contra todos


por Diego Rodriguez


1982 Argentina. La dictadura militar no encuentra excusa para explicar la crisis económica en la que se encuentra el país. Los organismos internacionales comienzan a presionar por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el ya clásico terrorismo de estado. Las madres y abuelas de plaza de mayo ya son mucho mas que unas viejas locas dando vueltas a la pirámide. Ellas vomitan constantemente la realidad argentina sobre la frase "los argentinos somos derechos y humanos".
Surge entonces una pregunta en la junta militar. ¿Como se consigue un chivo expiatorio para continuar en el poder y con los acuerdos económicos logrados?
La respuesta surge como por arte de magia; cuando unos obreros en las islas Georgia del Sur flamean una bandera argentina y comienza la trama de esta estúpida guerra a la cual los ingleses solo la considerarían como un conflicto armado.

Las Islas Malvinas fueron tomadas un 2 de abril de 1982. Se recuperó un archipiélago robado por los ingleses desde 1833. La Argentina por entonces se encontraba en una clara disputa interna entre unitarios y federales y no podía dar importancia a estas islas. Inglaterra construiría en ellas factorías para acumular grasa de ballenas (único elemento de combustión de la época) y para procesar pieles y carne de foca. Pero eso es otra historia.
La junta tomó una reivindicación justa y la sumo a otros símbolos robados al pueblo.
El General Galtieri creyó que Estados Unidos apoyaría en lo diplomático a la Argentina; ya que el ha construido lazos fuertes con este país. El mismo participó en los entrenamientos de "los contras" que actuaron en Nicaragua y fue agregado militar en los Estados Unidos muchos años. Tal parece que Galtieri no le prestó mucha atención a las clases de historia que le dictaron en el liceo.
Comienzan los tejes y manejes de la diplomacia internacional. TIAR, plataforma submarina, Tacher, teatro de operaciones, zona de exclusión y otras palabra comienzan a ser parte de los cafés de los argentinos quienes se encuentran en una nube de opio nacionalista.
Ya no se habla de los cientos de presos políticos, los desaparecidos, la crisis económica, etc.. La plaza la ocupan fervorosos argentinos para escuchar a un General de cuatro "on the rock´s" Quien vocifera la frase " si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla". La frase debería haber sido "si quieren venir que vengan, los chicos le presentaran batalla".
Pero la mayoría del pueblo no ve la desgracia que se avecina. Típico reflejo de un 24 de marzo del 76.
Francia cambia la entrega de unos Super Etendart y otro tantos mísiles Exocet que ya le había vendido a la Argentina. Por la apertura al mercado británico de gansos afrancese y otras materias primas. Pero esto era de esperar ya que ambos países pertenecen a la OTAN.
¿Y los amigos del general?
Todos los satélites de Estados Unidos fueron puestos al servicio de Inglaterra. Incluso se utilizaron teléfonos satelitales desde el campo de batalla gracias a USA. También se les proveyó de mísiles guiados por láser con los que se realizó el ultimo bombardeo a Puerto Argentino, con una horrible precisión quirúrgica.
Asu vez, Chile negoció a nuestras espaldas a cambio de armamento militar de última generación y varios radares que fueron emplazados en nuestra frontera común sur en menos de 30 días y que se encuentran en funcionamiento hasta nuestros días.
Perú acudió al llamado de Argentina. Pero con una cordura inusitada Galtieri rechaza la ayuda del hermano país. Argentina , ya en los noventa, en una muestra enorme de gratitud le vende armas a Ecuador que se encontraba en disputa con Perú, en un famoso negociado de tráfico de armas del Gobierno de Carlos Menem.
Las negociaciones diplomáticas no fueron claras y el gobierno de derecha de Margaret Tacher no puede dejar pasar este conflicto ya que Inglaterra transita por una de sus peores crisis económicas. Ella si estudio historia y supo que su pueblo se gestó entre batallas e invasiones.
Un destructor veterano de la batalla de Leite en el pacifico sur (ultima batalla de acorazados en la historia) fue hundido por una maquina de ultima generación.
Se van al frió fondo del atlántico sur 323 vidas juntos con esa nave obsoleta para la época... El crucero General Belgrano.
Ya no había marcha atrás y el destino de la vida de 580 chicos estaba sellado de antemano. Mas de la mitad de esta cifra muere años después en manos de un enemigo alojado en el interior de su mente. También la suerte de otros tantos mutilados y la psiquis de 8000 mas.
Estos chicos se enfrentaron a la tercera potencia mundial, a la última tecnología, a hombres entrenados y altamente capacitados, a Gurcas, miras infrarrojas, mísiles teledirigidos, aviones Harrier, helicópteros artillados, satélites que podían ver si tenían o no caspa, bombarderos continentales, submarinos nucleares, etc..
Pero este no fue su peor enemigo.
Hambre, frió, maltrato de los oficiales, inexperiencia y la falta de material adecuado para el combate; fueron sí, su peor enemigo.
Pero ellos lucharon. Pucha que lucharon!
Todos luchaban. Menos La Junta.
En Plaza Italia se realizó un festival en donde la gente donó hasta sus anillos de boda. Adivinen en los bolsillos de quién quedó esa plata.
Se juntaban abuelas para tejer suéter, guantes y bufandas para los chicos (cosas que nunca llegaron). Yo mismo en la escuela hice un dibujo y lo metí dentro de un chocolate Aguila para que le llegue a un soldado. De grande un amigo del sur me contó que tiempo después de la guerra la gente compraba un chocolate y se encontraba con una cartita o un dibujo. Me sentí un estúpido.
El 60% de los chicos que volvieron presentaban algún cuadro de desnutrición. Pero los ingleses encontraron un galpón lleno de chocolates, whisky, dulces y otras cosas que nunca se repartieron entre los colimbas. Cuando al oficial que estaba a cargo de la proveeduría se le consulto tiempo después; dijo que eso se guardaba por si la guerra se extendía mas. Sin palabras.
"Cuando se produjo la rendición todos lloraban por la derrota. Todos los soldados argentinos debieron dejar sus armas. La oficialidad argentina pidió autorización para poder portar sus pistolas bajo pacto de juramento que no serían usadas contra ingles alguno. Sino para salvaguardar la seguridad de los oficiales si se producía una represalia de los colimbas hacia sus superiores. En los años que estudie conductas bélicas nunca leí que haya ocurrido algo semejante" Estas fueron las palabras del General Jeremy Moore del Real Ejército Británico en una entrevista televisiva.
Esto no solo da vergüenza como argentino. Nos demuestra el trato recibido por nuestros chicos.
Ellos lucharon contra todo y contra todos.
Los intereses comerciales Franceses, la sustentabilidad interna del gobierno de Margaret Tacher, el apoyo norteamericano y chileno, el maltrato, el frío, el hambre y también contra las balas enemigas.
Cuando volvieron los escondieron, los repudiaron, los excluyeron y luego los olvidaron.
Hoy escribo estas líneas porque trato de recordar. No a los milicos, no a la disputa, no al nacionalismo absurdo, sino, trato de recordar a esos CHICOS héroes, que en unas islas perdidas en el atlántico sur lucharon por nosotros y se convirtieron en GRANDES.

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