20 de abril de 2006

Distribución del ingreso y crecimiento económico


por el Lic. Francisco Petrino

Desde los primeros estudios realizados por Solow, se entendió que las posibilidades, que un país tiene de realizar un crecimiento sostenido a lo largo del tiempo, es aumentando el uso de los factores productivos (capital y trabajo) y fundamentalmente en la mejor utilización de dichos factores. También se tienen que considerar las condiciones naturales de las que disponga un país, tales como el clima y geografía. Por ultimo, la calidad de las instituciones y la implementación de correctas políticas de gobierno, serian necesarias para sostener un crecimiento sostenido y sustentable en el tiempo.
En nuestro país se han conjugados factores internos, como las correctas políticas de relaciones exteriores, mostrando un país serio, fundamental para los inversores externos, como también factores externos, como por ejemplo el espectacular precio que alcanzo la soja, principalmente por una gran demanda proveniente de los países asiáticos.
Esto ha provocado que nuestro país alcance tasas de crecimiento realmente envidiables a nivel mundial.
A continuación vemos algunos de los números que reflejan el importante crecimiento que nuestro producto bruto interno (PBI) ha experimentado en los últimos años:


AÑO - TRIMESTRE - PBI

I Trimestre 2004 - 254.330

II Trimestre 2004 - 284.376

III Trimestre 2004 - 284.392

IV Trimestre 2004 - 293.467

Año 2004 - 279.141


I Trimestre 2005 - 274.595

II Trimestre 2005 - 313.927

III Trimestre 2005 - 310.593

IV Trimestre 2005 - 320.146

Año 2005 - 304.815


Fuente: INDEC


Si bien estos números parecen concluyentes, estamos solo a mitad de camino si lo que se persigue es mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, y sobre todo, el de los estratos sociales más bajos.
En este sentido la distribución del ingreso toma una importancia fundamental. Nuestro país ya experimento tasas de crecimiento de magnitudes importantes en la década del 90 pero sin embargo los más pobres profundizaron sus miserias y los más ricos incrementaron sus ganancias. Este es el gran objetivo que se nos plantea en adelante.
Existen algunos los factores que explican la mala distribución del ingreso, no solo en nuestro país, sino en todo Latinoamérica.
Nadie duda de que la educación constituye un pilar fundamental para el crecimiento armónico de una sociedad en su conjunto, sin embargo este es un trabajo que mostraría sus frutos en el largo plazo, pero sin lugar a dudas debería ser el camino a seguir, especialmente si se observa que un ciudadano que ha alcanzado a concluir su ciclo secundario (12 años de estudios), no alcanza a triplicar los ingresos que percibe un analfabeto. Este panorama cambia cuando lo que se compara son los ingresos con un profesional egresado de cualquier universidad, pero esto implica una mayor erogación de recursos destinados para la educación. En muchos de los países latinoamericanos, lamentablemente, parece ser ¨ demasiado costoso ¨, pensando que lo que invierto hoy solo dará frutos en 20 años.
Otro factor que suele ser determinante, es el hecho de que las familias ubicadas en los estratos sociales más bajos poseen un número mayor de personas a su cargo. En Argentina estas familias alcanzan a triplicar el número de miembros considerando los estratos medio o los más altos. Para combatir esto lo que se ha utilizado en países desarrollados es la racionalizacion de las familias, buscando que los que menos tienen no tengan que soportar los mayores gastos. Esto podría llevarse a cabo con programas de concientizacion o con programas de educación sexual responsable.
Por ultimo, se suele escuchar que lo que se necesita para una mejor distribución del ingreso es una reforma tributaria. Con respecto a esto reconocemos que si bien existen impuestos que son regresivos y que su única finalidad es la de recaudar fondos, no estamos seguros de que sea la explicación de la desigualdad que existe entre los mas pobres y los que mas tienen.
Nuestra propuesta para este grave problema, no solo argentino sino que de toda la región, esta relacionada con una mayor erogación pero sobre todo con una mejor utilización de los recursos destinados al gasto social. Si bien, los recursos destinados a este fin son importantes, la utilización de dichos recursos debería estar destinado a lograr una mayor igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos y no solo buscar la supervivencia de aquel beneficiario.
Solo pensando en un país con las mismas oportunidades para todos, será posible imaginar una sociedad mas igualitaria y justa.

1 de abril de 2006

Malvinas. Goles son dolores






por Luis Macagno

Se hace extremadamente difícil encarar un escrito sobre el tema Malvinas, ya que se entremezclan sensaciones encontradas y distintos planos de análisis que parecerían ser contradictorios cuando en realidad no lo son. Por un lado nos encontramos frente al legitimo reclamo de soberanía ante una probada situación colonial, algo que esta fuera de discusión (inclusive en los foros internacionales), además están los miles de argentinos que solidariamente donaron ropa, dinero, joyas, alimentos para los compatriotas que fueron a izar la bandera nacional a esas remotas y frías islas y por sobre todas las cosas están aquellos jóvenes que arriesgaron su corta vida en pos de un reclamo histórico.

Pero no es sobre estos elementos que quiero hacer hincapié. No me quiero olvidar de esa parte de la sociedad, que fue o quiso ir a la plaza de mayo para vitorear a Leopoldo Fortunato Galtieri que embriagado de poder y chauvinismo barato, prostituyó la gran causa nacional contra el imperialismo inglés, aunque especialmente me quiero detener en esa gran cantidad de "la gente" que vivió el conflicto con mucha indiferencia, indiferencia que hoy se mantiene y que se transformó en olvido, prejuicio y discriminación, indiferencia que hacía que mientras nuestras jóvenes tropas se enfrentaban día tras día a la posibilidad de una muerte segura y lejana y grupos de la sociedad se organizaban para hacerles llegar a nuestros soldados todo el apoyo posible y mas aun; los centros de recreación y esparcimiento de Recoleta estaban abarrotados de gente, las “boites” nocturnas no cerraban sus puertas; ni los restaurantes; ni los bares; ni el fútbol, había que jugar un Mundial y se jugó. Y para peor algunos pillos y granujas se hicieron ricos con el oro del pueblo…la Argentina no se paro por esta guerra.

Guerra cuyos resultados, nefastos por cierto, se vivían como la primera fase del Mundial, o la última carrera de Reuteman, o al emocionante final del gran premio Carlos Pellegrini, así fueron aquellos aciagos y otoñales días de 1982. Solo números, estadísticas, goles, posiciones, muertos. Da igual. Todavía recuerdo las ediciones de la revista Gente en la que se hacían cuadros y grillas comparativas de las bajas, símil al popular juego de la “batalla naval”.

Hace pocos días se recordó con profundo y sentido dolor la mayor tragedia política de la historia Argentina, me refiero al golpe cívico-militar de 1976 que apareció como el instaurador del orden que gran parte de la sociedad reclamaba y no es casual que ahora estemos recordando la ultima gran abominación cometida contra los jóvenes argentinos de parte de un gobierno usurpador, criminal y genocida. Jóvenes y pobres, ¡doblemente injusto!, ya que la gran mayoría de los soldados que estuvieron en el frente provenían de los rincones mas pobres del país, no podía ser de otra manera.

Fue contra la “juventud maravillosa” de los 70 que se acometieron el cúmulo de violaciones de derechos humanos que todos sabemos y que nadie quiere olvidar y fue también contra los jóvenes del 82, que se llevo a cabo una maquinación perversa para recuperar el apoyo popular perdido a causa de años de violaciones de derechos humanos, sociales, económicos y políticos.

A estos jóvenes valientes, de corazón caliente y generoso se los llevo a luchar en una humillante inferioridad de condiciones, se los maltrato, se les negaron los alimentos y los víveres y también señores, y esto hay que decirlo fueron víctimas de gravísimas violaciones a los derechos humanos de parte de sus propios superiores.

Se puede apreciar con claridad un hilo conductor muy preciso que sin solución de continuidad atraviesa todo este plomizo periodo, es el desprecio total hacia los mas débiles, la crueldad extrema contra los jóvenes que ofrecieron la vida por un país mejor y sobre todo la creencia de que la impunidad estaba garantizada.

Nos debemos como sociedad civilizada y pluralista una ultima lucha contra la impunidad de esos años, necesitamos saber como sociedad quienes fueron los responsables de todos estos atropellos a la dignidad humana, nuestros excombatientes se lo merecen y nosotros como pueblo también.

Porque queremos memoria verdad y justicia es que hoy recordamos con dolor pero con mucho orgullo la valiente gesta de aquel grupo de soldados y de algunos oficiales leales a la patria que se jugaron todo por una causa nacional, es por ellos y su memoria que debemos terminar con la impunidad y sobre todo acabar con la indiferencia de aquellos sectores de la sociedad que siguieron la guerra de Malvinas por El Gráfico y a la distancia.