TV (Digital), Poder (Económico) y Soberanía (Comunicacional)
por Luis Macagno
Curiosa y no por ello menos importante batalla es la que se esta librando en países como la Argentina en virtud del cambio tecnológico que se avecina en materia de TV y medios de comunicación. Hablo de la TV Digital, y de la puja que existe entre las tres potencias económicas actuales (EEUU, UE y Japón) para dominar la mayor parte del mercado audiovisual del siglo XXI.
La TV Digital va a significar para la historia de la TV una salto tecnológico similar al que se vivió con el cambio de la TV en blanco y negro a TV en colores.
Pero primero lo primero ¿qué es la TV Digital y en que se diferencia de la TV actual o analógica?
La TV digital permite optimizar la calidad de imagen y sonido con una definición superior al DVD con un casi nulo riesgo de interferencias, posibilita multiplicar la cantidad de canales de aire disponibles y sumar una plataforma interactiva, calificada para transmitir datos de todo tipo y personalizar la información. Las mayores y más interesantes novedades pasan por los servicios interactivos que posibilitará la nueva tecnología, tales como visualizar en pantalla la guía electrónica de programación (como lo hace DirecTV), servicios de información cíclica (horarios de trenes, cotización en Bolsa, entre otros), previsualización de programas, acceso a telecompra y telebanca, servicio de reserva de entradas y billetes, y hasta telecarga de software, teleeducación y juegos. Por último, la TV digital permitirá la posibilidad del acceso a Internet, sea a través del televisor (WebTV) o desde una PC.
No hay que ser muy lúcido para advertir la cantidad y el volumen de negocios que trae consigo esta revolución mediática. Cuando se pasó de TV blanco y negro a TV color cada país tuvo que elegir la norma a través de la cual se iba a transmitir la programación en color, ¿PAL o NTSC? Argentina optó por la primera. En este momento ocurre algo similar con la TV Digital, los sistemas o normas son tres: el ATSC (Norteamericano), el DVB (Europeo) y el ISDB-T (Japonés).
Nuestro país en 1998 se apresuro a adoptar el sistema estadounidense, pero ahora se esta reviendo la posición y todavía no esta dicha la ultima palabra, ya que el Gobierno conformó una comisión para evaluar el tema.
Cada vez que un alto representante de algunas de las grandes potencias arriba a nuestro país, no pierde oportunidad para hacer lobby destacando las bondades de su sistema y ofrece todo tipo de negocios e inversiones para la industria televisiva nacional.
El tema es el siguiente: ¿qué criterio es el que debe tomar nuestros gobernantes al adoptar tal o cual norma? ¿la promesa de negocios e inversiones es suficientemente conveniente para el país? ¿o debe el Estado tomar su decisión tomando en consideración los intereses nacionales estratégicos y una política de comunicación que permita tener el control de los contenidos de las emisiones televisivas del futuro?
Brasil ya adoptó la norma Japonesa, la cual si bien es la de mejor calidad es la que menos seduce a nuestro país por sus costos, la lucha hoy aquí es entre Europa y EEUU. El problema de la norma norteamericana es que mas allá de las jugosas inversiones industriales prometidas esta se basa en el sistema del cable con lo cual no apunta a la masividad y atraería mayores costos y menos posibilidades de controlar los contenidos, es la norma favorita de los cableoperadores con su política de Pay-Per-View.
Por su parte la norma europea permite multiplicar por cuatro cada canal de aire y es la norma mas utilizada en el mundo. Además Europa es el principal consumidor de productos televisivos nacionales que se exportan actualmente.
Lejos de hacer lobby, la adopción de la norma europea y su consiguiente multiplicación de hasta por cuatro de los canales de aire, abriría una puerta a la desconcentración y democratización de un ámbito donde la hiper-concentración y monopolización de las áreas estratégicas de la comunicación publica son una realidad preocupante.
A la vez que permitiría la aparición de canales (de aire) con contenidos educativos y culturales, privilegio exclusivo de aquellos que pueden pagar una cuota de TV por cable.
Esta segmentación de los contenidos podría traer aparejado una emancipación o un grado de autonomía mayor de los grandes grupos económicos que con sus pautas determinan los contenidos de los programas banalizandolos y llevando todo a al terreno del marketing permanente y pueril.
Esto se puede conseguir solo si la aparición de la TV Digital es utilizada como lanzadera de una política clara y seria sobre los medios de comunicación a través de la sanción de una nueva ley de radiodifusión (la actual es de la época de la dictadura) y la creación de una autoridad especifica de aplicación y contralor que hoy no existe. No debe confundirse control con censura, y en este sentido debe advertirse la importancia estratégica y prioritaria que la soberanía comunicacional ha adquirido para los Estados en su relación dialéctica con la Globalización.
3 comentarios:
Piri, muy buen articulo. Es un tema sobre el cual no se discute. El subdesarrollo nos ha llevado al limite de no creer que podemos tomar decisiones que afectan nuestra inserción en la globalizacion. Pensamos que no queda otra que tomar todo como nos viene dado. Si bien en este tema los margenes de eleccion no son muy amplios nos obliga a definir politicas a 20 o 30 años. Esos desafios requieren de gestores idoneos y empresas comprometidas con el proyecto de nación que nos saque de la dependencia.
Un abrazo
Algunas reflexiones Dr. Macagno de su brillante artículo...
Cierto lo de la necesidad de democratizar el acceso a la información, entendiendo esto dentro de la estrategia latinoamericana de generar "oportunidades para la mayoría", para aquellos en "la base de la pirámide"...
Pero no comparto lo de "pueril" marketing en su plenitud, cuando dicha actividad alimenta más de una boca en nuestro bendito país... No generalicemos, que culpa de ello - y de los agregados económicos y el centralismo porteño - muchas economías regionales han sufrido del mal diseño e implementación de políticas...
Quizás es cierto que debe regularse desde la norma la actividad, y así controlar los excesos que cuasi-naturalmente devienen de la conducta, en este caso vale el término, pueril de los operadores que Ud. menciona...
Pero regular no es censurar... Ud. lo dice, ..., del dicho al hecho... NO A LA CENSURA.
El resto, excelente como siempre. Profundo su pensar.
Su amigo "anonymous 2".
MUY BUENO - DEBERÍA PUBLICARSE EN MEDIOS MASIVOS DE DIFUSIÓN (GRAFICA) - EN COLUMNAS CON POSIBILIDAD DE REPUESTAS - PLANTEAR EL DEBATE EN TODO EL PAIS.
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