Las problemáticas de Bolivia lo son de toda América Latina
Marisa Toscani
El análisis de la actual situación en Bolivia nos lleva a entroncarlo con un proceso que abarca en especial a América del Sur y su nuevo posicionamiento frente a Estados Unidos. Esta “rebelión en la granja,” como la llama Waldo Ansaldi poniendo un poco de humor a la difícil situación que vive nuestro continente, se produce luego de haber asumido el gobierno una serie de presidentes en Brasil, Venezuela, Ecuador, Chile, Uruguay y Argentina que si bien, tienen matices ideológicos diferenciados y formas de accionar que responden a estos matices, han podido conformar un compacto espacio de poder, inédito en la Historia de América Latina.
¿En qué contexto cobran significados estos hechos?
Estados Unidos ha trabajado sus posicionamientos de dominio utilizando diversas estrategias, el endeudamiento es uno de las principales herramientas, también el manejo de los medios de comunicación social que funcionan como generadores de pensamiento y direcciona las conductas de amplias mayorías de clase media. Un tema clave dentro de las estrategias ocupación sin embargo, lo constituyen la posesión de bases militares que ubicadas en lugares estratégicos sirven de rampas de lanzamiento para el accionar coercitivo sobre los distintos países del Sur. La elección de los nuevos presidentes le quita a USA la posesión de la base de Manta en Ecuador que revocará el acuerdo en 2009 y otra en Paraguay. Esta última cobra importancia decisiva al ubicarse en un lugar desde el cual se controla la cuenca Guaraní de enorme valor estratégico por su extraordinario volumen de agua dulce renovable , además de poder controlar desde ahí las reservas gasíferas de Bolivia y la nueva riqueza de hidrocarburos de Brasil.
Ante la nuevas problemáticas que debe enfrentar la política exterior de USA recurre a la vieja pero eficaz estrategia de desestabilizar los gobiernos democráticos y populares y que llevan adelante acciones de defensa de los intereses nacionales como es el caso del gobierno de Evo Morales.
La Historia de Bolivia en el siglo XX ha estado atravesada por la lucha permanente de los sectores populares en contra de lo que ellos llaman “la rosca” representada por la oligarquía minera y terrateniente.
Para entender con que experiencia de lucha se llega al momento actual, es necesario hacer un muy breve repaso sobre la Historia de Bolivia más reciente.
De esta manera ponemos la mirada en la larga historia de rebeliones entre las cuales destacaremos las más significativas como fueron los levantamientos de Tupac Amaru y Tupac Catari en los finales del siglo XVIII para relacionarlos con los ocurridos en el final del siglo XIX donde el dirigente indio Wilka lideró la rebelión ante el saqueo de tierras a las Comunidades de Bolivia. Los hechos mostraron que la principal deuda de este país era con el pueblo indígena, por lo que lo convertía en el potencial elemento más revolucionario. Como Tupac Amaru también Wilka pagó con su muerte el enfrentar al sistema opresor.
Ya en el siglo XX la historia muestra como se alternarán en el poder distintos sectores del conservadorismo. En ese período la economía que se sustentó en la explotación de la plata y posteriormente también del estaño. Este será explotado por tres familias: Aramayo, Hochschilde y Patiño.
Mires, historiador chileno, los define a quienes detentan el poder económico no como clase, sino como grupos en permanente lucha entre sí, para procurar cada uno la mayor acumulación de ganancias. El objetivo del control del Estado por parte de “la rosca” ha sido siempre la apropiación de la riqueza obtenida a través de la expoliación de los recursos y la explotación de los obreros mineros y de los campesinos. La debilidad de los sectores dominantes para sostenerse en el poder hizo que el ejército se transformara en su brazo armado para reprimir de manera sangrienta al pueblo cada vez que éste se levantaba para defenderse. El otro poder que sostiene a la oligarquía minera y terrateniente han sido los distintos gobiernos de USA. En esta breve síntesis destacaremos dos momentos históricos.
El proceso revolucionario de 1952
Se inicia con una insurrección armada liderada por los obreros mineros junto a campesinos y pobres urbanos que permitió el ascenso al gobierno de Bolivia a Paz Estenssoro y Siles Zuazo elegidos por el voto popular. Ambos eran los líderes del Movimiento Nacional Revolucionario(MNR), a quienes el ejército rehusaba entregar el poder.
El gobierno del MNR en su primera etapa fue respaldado por la férrea organización de la Central Obrera Boliviana, liderada por el dirigente minero Juan Lechín, quien integrará junto a otros trabajadores el gobierno. Esa alianza permitió poner en marcha dos reivindicaciones largamente reclamadas: la reforma agraria y la expropiación de las grandes empresas mineras.
En el contexto de la Guerra Fría y tras la finalización de la guerra de Corea con un empate que no satisfizo a los sectores de la gran economía de USA, su gobierno comenzó a accionar a fin de recobrar los espacios perdidos.
En la acción estratégica se evitó la acción directa de una ocupación, pero se buscó explotar las diferencias internas del MNR. Condicionó su ayuda a que fuera viabilizada a través de los sectores moderados del Partido, a lo que agregaba el boicot económico para obstaculizar el normal desenvolvimiento del aparato productivo de Bolivia.
Paz Estenssoro aceptó, por ejemplo, presionado por la Casa Blanca, reorganizar el ejército quien será instruido en la Escuela de las Américas. Todo esto sabiendo que ese sería el semillero de futuras conspiraciones. Otras de las defecciones es cuando acepta el pago de indemnizaciones a Patiño, Hochschilde y Aramayo. Se termina de completar el cerco en 1954 cuando el gobierno de Eisenhower inunda de créditos la economía boliviana.
Las claudicaciones del gobierno del MNR no impedía sin embargo un fortalecimiento de las organizaciones populares en especial los campesinas dentro de los cuales los de Cochabamba liderada por Sinforoso Rivas y José Rojas fueron ejemplo, que los llevó a ocupar espacios de decisión dentro del gobierno. La creciente sindicalización campesina fue presionando sobre el gobierno y desde 1953 hasta 1964 se otorgaron 300.000 títulos ejecutoriales de reforma agraria con una superficie total de 7.000.000 de has.
La experiencia revolucionaria del MNR terminó con un golpe de Estado encabezado por el general Barrientos en 1964. Este general, preparado en escuelas militares de USA no dudó en bajar los sueldos de los trabajadores en un 40% y frente a las protestas reprimir de manera sangrienta como fue el caso de una huelga de mineros donde para dominarlos se utilizaron ataques aéreos a los pueblos mineros y a barrios de La Paz. El hecho es conocido como la “matanza de San Juan”. También fue el autor de la orden de asesinar al Che Guevara al ser hecho prisionero en la sierra boliviana en 1968.
Sus políticas permitieron enormes concesiones al capital extranjero para radicarse en Bolivia, en condiciones humillantes para el país.
En 1969 Barrientos pierde la vida al caer el helicóptero que lo conducía a Cochabamba. Se suceden una serie de militares en el gobierno hasta que en octubre de 1970 encabezando a sectores del ejército con vocación nacional, asume el gobierno el general Juan José Torres.
El gobierno del general Juan José Torres
El gobierno surgido de un golpe de Estado es el segundo ejemplo de un proceso de cambio que se dio en Bolivia.
Las primeras medidas del gobierno fueron subir el valor de los salarios de los trabajadores. En un diálogo con el pueblo en una de las tantas movilizaciones aseguró “Las fuerzas Armadas y su pueblo defenderán los intereses de Bolivia, pero si las FFAA no lo hacen, repartiré las armas entre el pueblo”
A partir de enero de 1971 lleva a cabo medidas revolucionarias, como la de dejar sin efecto la concesiones y anular contratos de empresas norteamericanas que explotaba la riqueza minera boliviana. Todas estas medidas fueron acompañadas por un aumento decisivo en las relaciones con los países del área socialista. Las medidas del gobierno de Torres habían generado una drástica mejora en las condiciones de vida de los trabajadores y una recuperación por parte del Estado de las herramientas estratégicas para decidir sobre las políticas económicas y sociales que beneficiaban al conjunto de la Nación.
A pesar de la contundencia revolucionaria de las políticas del gobierno, éste sufrió el ataque frontal por parte de la COB liderada por Juan Lechín quien acusaba a Torres “de no haber tocado todavía los intereses imperialistas”
La CIA en tanto trabajaba activamente para socavar el gobierno revolucionario y algunos grupos izquierdistas de hecho le facilitaban el juego.
En el IV Congreso de la COB Lechín fue duramente atacado por nuevos sectores que pugnaban por abrirse paso frente a una conducción burocrática como la que él representaba y de hecho lograron cambiar algunas conducciones como la de la mina de Catavi, escenario de tantas represiones y matanzas. Jaqueado desde distintos sectores en especial la derecha del ejército, aliado a USA, es derrocado en agosto de 1971.
En 1976 en Argentina donde se había exiliado, es secuestrado y muerto a manos de la dictadura militar.
En esta rápida mirada sobre la historia reciente de Bolivia uno advierte que, los enfrentamientos que hoy debe soportar el gobierno democrático y revolucionario de Evo Morales, son impulsados por los mismos actores, quizás con otros rostros pero el mismo origen y con los mismos intereses.
Ahí están los agentes del gobierno de USA representados en su embajador Philip Goldberg que entre 1994 y 1996, trabajó como "jefe de oficinas del Departamento de Estado para Bosnia durante la guerra separatista de los Balcanes", y que luego entre 2004 y 2006 fue jefe de misión en Pristina, Kosovo, y "allí consolidó la separación o independencia de esa región, dejando miles de muertos".
Esta vez la resistencia no está encabezada por Lechín, ahora se llama Solares y encabeza la COB de Oruro. Sin embargo al igual que en 1971 el enfrentamiento desde los sectores tradicionalmente de extrema izquierda genera desconcierto pues son los únicos identificables como pseudo proletarios, como son los mineros y docentes(profesores de Escuela y colegio).
En el primer caso, en la actualidad los mineros, representan al cooperativismo minero que en la práctica funciona como una sociedad anónima y cuyos intereses los asemeja más a los empresarios privados de Santa Cruz que a sus compañeros mineros federalizados. El sector mencionado escoge este momento para manipular una COB deteriorada y anacrónica e intentar imponer una ley de pensiones que beneficia a su sector en desmedro del resto de los trabajadores. En este contexto no resulta casual que sea un viejo paramilitar como el caso de Solares, ex ejecutivo de la COB quien dirija el actual movimiento minero de Oruro.
Lamentablemente, este sector en violentos enfrentamientos con la policía determinó la muerte de dos de sus compañeros, que ahora se convierten en mártires de la derecha
La reunión convocada por la presidenta de Chile a la Unión Sudamericana de Naciones para el lunes 15 de septiembre, pone una nota de esperanza en medio de la preocupante situación actual de América Latina. Sin embargo, la reunión de los mandatarios, con el propósito de buscar políticas comunes que ayuden a enfrentar el accionar imperial de USA, demuestra que las lecciones dejadas por San Martín, Bolivar, Artigas, O´Higgins y Martí han sido finalmente entendidas y se trabaja por la unión de América Latina en contraposición a las políticas disociatorias que de manera permanente ejercieron los países imperialistas desmembrando y empobreciendo nuestra región.
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