15 de abril de 2008

Desacoples

Por L. M.

La última gran crisis sufrida a causa del lock-out patronal del “campo” da comienzo a una nueva, dinámica e impredecible etapa del kirchnerismo, ya nada volverá ser como antes ni en la economía ni en la política. Y lo mejor ya pasó. Es la etapa del desacople.

Cuando se habla de desacople económico en la economía global, se hace referencia, al desacople entre la economía de los Estados Unidos (y de algunos países centrales) y la economía de los países emergentes, los cuales al tener una situación macroeconómica sólida y favorable (con superávit fiscal y altos niveles de reservas) sumado al boom de las economías de China e India, grandes demandantes de productos primarios, sumado al fracaso del modelo liberal de los 90`s y a la pésima política exterior estadounidense han logrado que estos países, entre los que se encuentra la Argentina, sean menos permeables a la ya clásica “exportación de crisis” por parte de los EEUU.

Siempre que la economía norteamericana veía próxima una crisis económica, presionaba a los países emergentes para que reevalúen sus monedas para así poder meter la producción norteamericana en esos países exportando su crisis hacia fuera de sus fronteras. Hoy eso cambió, los países emergentes se encuentran reacios a acudir al salvataje de la economía norteamericana. Resumiendo no hay autonomía (de los EEUU y de su crisis) porque hay desacople sino que hay desacople a causa de una hay mayor autonomía.


Ahora bien, todo lo alentador o no tan desesperanzador de lo que ocurre con el frente externo no es tan así con la situación interna. En lo económico hay un desacople entre la percepción social sobre el aumento de precios y el índice de inflación del INDEC. Y un desacople entre los niveles de inversión publica y los de inversión privada de alta productividad, estos últimos sensiblemente mas bajos respecto de los primeros. Hace falta sintonía fina, sintonía fina que al gobierno hoy no le sobra. Solo con políticas integradas y articuladas en todos los niveles de gobierno el desacople entre percepción y estadística inflacionaria será historia vieja y la inversión productiva será el motor principal de un nuevo capitalismo nacional.

En lo político el desacople también es preocupante, los efectos del lock out patronal desencadenaron la reacción “espontanea” de ciertos sectores de la sociedad, a la que llamaremos “la gente”. “La gente” es ese universo de clase media urbana e ilustrada a la que el kirchnerismo trato de seducir sin éxito hasta hace poco, los cacerolazos VIP sellaron definitivamente (creo no equivocarme) el divorcio definitivo entre “la gente” y el gobierno, es decir hay un desacople producto de varios factores detonado por la crisis del campo.

A “la gente” no le gusta la política, ni la politización de los conflictos, quieren “vivir tranquilos”, consumir, comprar, vender y vacacionar. "La gente" siempre acompaña “ingenuamente” al primer mandato de un gobierno, pero cuando la agenda del gobierno se divorcia del de “la gente” (por lo general en su segundo periodo), cuando el bienestar económico empieza a ser amenazado por ciertos ruidos (desempleo en los 90`s, inflación en esta etapa) y cuando la política no se aleja del centro de la escena como quiere “la gente”, ésta le da la espalda al gobierno.

Y todo aquello que fue virtud en su momento se transforma en defecto repudiable: la firmeza ahora es autoritarismo, el privilegio de los intereses nacionales ahora es “aislarse del mundo”, la distribución del ingreso ahora es una simple y ruin excusa para hacer caja y financiar la corrupción, la defensa de los derechos humanos ahora es mirar al pasado con odio y resentimiento...



En definitiva, el gobierno, no ha sabido leer con precisión los humores sociales. Si bien “la gente” no es la totalidad de la sociedad, si es el cuerpo principal de la opinión publica, opinión publica que en gran medida define y condiciona a la opinión publicada, y es aquí donde se produce el otro desacople. Los medios tienen como principal aliado, socio y cliente a la opinión publica, a “la gente”, a la que nunca van a traicionar.

Los medios (por lo menos los mas importantes) dejaron de seguir a rajatabla la agenda del gobierno y empezaron fijar otra agenda, comenzaron a jugar otro juego, el juego del desgaste y el recambio en 2011. Los medios y “la gente” quieren que el kirchnerismo pierda las elecciones intermedias de 2009 para luego dejar el poder en otras manos mas confiables en 2011. Tener claro esto es importante para saber que hay que cambiar.

A los cambios de la opinión publica y de los medios hay que oponerle cambios en la estrategia y en las practicas políticas por parte del gobierno, se puede hacer lo mismo pero de una manera distinta, el prometido dialogo social y la apertura política son la llave. Sino aprendemos esta vieja lección los vaticinios sobre el 2009 y 2011 serán probablemente una profecía autocumplida. Y el acople... vendrá por derecha seguramente.