1 de diciembre de 2006

“Calidad Institucional” ¿y ahora…?


por Luis Macagno



Ya ingresados en la era post-Misiones, el debate sobre la "calidad institucional" está al orden del día y creo que, mas allá de algunas simplificaciones, errores conceptuales y distorsiones teñidas de fallida ideología, todos debemos saludar la posibilidad de discutir sobre una mejora institucional.
Ahora bien, ¿Que debemos entender por instituciones y por reforma institucional?. Una definición clásica reza: Las instituciones son las Reglas del Juego desarrolladas por los hombres para regular sus relaciones políticas y económicas. Son, por tanto, Instituciones la Constitución, las leyes, reglamentos y otras disposiciones y las organizaciones como la Administración Pública (y de la
Justicia) o los mercados organizados, pero también los contratos privados y
asociaciones creados por iniciativa privada.
Es sabido que la "calidad institucional" y la "seguridad jurídica" son caballitos de batalla de la derecha liberal; no por eso debemos dejarle el campo libre y rehuir al debate. La institucionalización que se reclama desde sectores concentrados está mas que alejada de realidad socio-política del país y por ende nos llevaría indefectiblemente a un fracaso similar al vivido durante los últimos años dorados de la "institucionalidad neoliberal de los noventa" inspirada en el decálogo consensual impuesto desde Washington adoptado con fervor casi bíblico por la casi totalidad de la dirigencia nacional.
Mas allá de que nos guste o no, el Gobierno ha tomado la posta y ha motorizado una serie de iniciativas políticas y legales en pos de dotar de "mas y mejor institucionalidad" al país (reducción de la corte, aborto de proyectos re-eleccionarios, etc.). Mi pregunta es la siguiente: ¿todo lo que esta institucionalizado es positivo y hay que mejorarlo y/o mantenerlo como esta? ¿o hay que des-institucionalizar ciertas áreas de la realidad argentina para promover una re-institucionalización de las mismas?
Aun hoy en los organismos financieros internacionales y grupos económicos concentrados institucionalizar es sinónimo de apartar al Estado de su función especifica de propender al bien común y promover un modelo de desarrollo autónomo y de crecimiento sustentable, con un grado de distribución del ingreso de carácter armónico y homogéneo. En la eterna puja entre poder político y poder económico, no se andan con chiquitas ni con ambages.
El desafío es poder eliminar las instituciones impuestas por políticas neoliberales durante mucho tiempo, para crear un nuevo paradigma institucional.
Mucho se ha avanzado en este sentido pero aun quedan nichos de"institucionalidad" que deberían ser des-institucionalizados para lograr que la soberanía nacional deje de ser un sueño eterno.

Sistema de Jubilación Privada = des-institucionalizar

Régimen de Explotación Minera y de Recursos Naturales = des-institucionalizar.

Propiedad de la Tierra en Manos Extranjeras = des-institucionalizar

Concentración Política y Económica en Buenos Aires = des-institucionalizar

Justicia Federal en las Provincias = des-institucionalizar

Rol y Funciones de las Fuerzas Armadas = des-institucionalizar

Ley de Entidades Financieras = des-institucionalizar

Sistema Impositivo Regresivo = des-institucionalizar

Desigualdad en el Reparto de la Renta = des-institucionalizar

En resumidas cuentas, se institucionaliza para cristalizar una situación y se des-institucionaliza para cambiarla, es en este debate de fondo, en donde un país elige su destino como Nación libre, justa, soberana y federal. Es el momento propicio, no ha habido muchos en la historia argentina y no deberíamos dejar de lado esta oportunidad de empezar a imaginar un país en clave de futuro.